El mandatario defendió el estado de emergencia en Lima y Callao, señalando que su Gobierno decidió enfrentar varios problemas nacionales, entre ellos la inseguridad ciudadana.

El pasado 10 de octubre, José Jerí se convirtió en el presidente de la República por sucesión constitucional tras la vacancia de Dina Boluarte por permanente incapacidad moral. A menos de un mes de asumir el cargo, el mandatario señaló que su gestión dejará la valla alta para el próximo Gobierno.

“Este Gobierno corto, de transición, va a hacer la diferencia y tiene que marcar un antes y un después para que el Gobierno que venga herede y tenga la valla alta. Y esa valla alta va a significar justamente que tengamos un próximo Gobierno mucho más empático, mucho más cercano y que apueste verdaderamente por el desarrollo de las regiones”, indicó.

Asimismo, el jefe de Estado respondió a sus detractores, quienes han criticado el estado de emergencia que dispuso en Lima y Callao el pasado 22 de octubre por un periodo de 30 días, como medida para frenar los índices de criminalidad. Al respecto indicó que su Gobierno ha decidido asumir el reto de enfrentar varios problemas nacionales, entre ellos la inseguridad ciudadana.

“Tal vez el Gobierno pudo haber tomado una actitud mucho más tranquila. Este Gobierno ha decidido comerse el pleito de varios problemas nacionales, partiendo de la seguridad ciudadana. Ahí surgen voces críticas que siempre hay que escuchar. Siempre es importante escuchar las voces críticas, pero que tal vez en su momento tampoco quisieron comerse el pleito. No solamente para combatir la inseguridad o declararle la guerra a la delincuencia, como lo hemos hecho. Sino que también estamos viendo una nueva forma de acercamiento al país”, acotó.

José Jerí brindó estas declaraciones tras participar en la ceremonia de entrega de subvenciones económicas a 82 organizaciones de mujeres productoras agrarias, en Palacio de Gobierno.

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