La viceministra Moira Novoa Silva defendió la reducción del 42 % del área de reserva de las Líneas de Nasca, asegurando que no afecta el sitio declarado Patrimonio Mundial por Unesco. Indicó que la reducción es una "actualización" basada en más de 20 años de estudios arqueológicos.

El Ministerio de Cultura oficializó la reducción del área de reserva arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca, que pasó de 5,633.47 km² a 3,200 km² —una disminución del 42 %—, decisión que ha desatado cuestionamientos desde sectores que defienden la conservación del patrimonio cultural ante el riesgo del copamiento de la minería ilegal en las áreas excluidas.

En entrevista, la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa Silva, aseguró en que esta decisión no compromete la protección del sitio, declarado Patrimonio Mundial por Unesco.

Según Novoa, la delimitación original de 2004, que abarcaba 5,633.47 km², se realizó con información limitada. En ese sentido, señaló que la nueva poligonal fue aprobada tras el uso de herramientas tecnológicas como vuelos de drones y fotografías aéreas, respondiendo a "criterios técnicos" que registran con precisión los sitios arqueológicos. 

"La poligonal responde únicamente a un criterio técnico que se basa el registro de los sitios arqueológicos, que comprenden, en este caso, los paisajes y geoglifos de las líneas", afirmó. Según el Ministerio de Cultura, esta actualización no afecta el área de 753 km² inscrita como Patrimonio Mundial en 1994 ni su zona de amortiguamiento.

"La actualización de la gran reserva de la línea de naturalismo de Nasca no afecta ni modifica el área escrita como sitio de patrimonio mundial ni el área de amortiguamiento", enfatizó Novoa, asegurando que "el valor universal y excepcional del bien y su autenticidad están salvaguardados".

Minería ilegal: una amenaza latente
Novoa reconoció que la minería ilegal amenaza la zona desde hace años, pero aclaró que su combate es un "trabajo multisectorial" y no una labor que competa en su amplitud al Ministerio de Cultura.

También señaló que cualquier actividad minera en la zona requiere un Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) emitido por el Ministerio de Cultura y que, "si hay una evidencia arqueológica, obviamente no lo va a tener".

Según el OMI, días después del recorte se registraron 58 nuevos petitorios mineros, sumándose a 165 en trámite y 57 concesiones ya tituladas.

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