El congresista por Somos Perú cumple hoy dos meses en la Presidencia con una aprobación del 47% y una agenda de trabajo mediática, pero con indicadores que no reflejan avances en la lucha contra la criminalidad.

José Jerí asumió la Presidencia de la República hace exactamente dos meses —en reemplazo de la vacada Dina Boluarte— declarándole la guerra a la delincuencia, asegurando que promovería la inversión nacional y extranjera con responsabilidad fiscal y garantizando unas elecciones generales “con seguridad y transparencia”. Ayer, en la víspera, el mandatario reiteró que en su gobierno no se dará “tregua al crimen”. “No retrocederemos ni nos rendiremos nunca”, subrayó.

Fue en la ceremonia por el 201° aniversario de la Batalla de Ayacucho, una actividad oficial que se suma a las muchas a las que ha asistido el mandatario en los últimos 61 días, ya sea encabezando operativos en penales o visitando comisarías o colegios, viajando a regiones y al Vraem, participando en partidos de fútbol como en carreras 4K; en el encendido del árbol de Navidad en la Plaza de Armas y en ferias y concursos, y todo siempre registrado en fotos y videos.

Una presencia mediática que bien podría haber influido en ese 47% de aprobación que le dan los peruanos, según la última encuesta de Ipsos “a una persona que, en general, está donde revienta el cuete”, sostiene el analista político José Carlos Requena.

“Es un gobierno sobre todo centrado en las oportunidades para la foto, no ha tenido el presidente ninguna entrevista exigente todavía, han sido más ligeras, pero él ha tenido la habilidad y el olfato de estar en los momentos propicios y también de colgarse de muchas cosas que no vienen al caso como recibir a Pol Deportes en Palacio, de la procesión del Señor de los Milagros o del Día del Chicharrón, cuando era presidente del Congreso”.

No hay mejoras
Pero, ¿qué hay de los problemas de fondo? Para Requena, los indicadores no indican que haya una “mejora significativa” en la lucha contra la inseguridad. Mencionó el asesinato de un precandidato de izquierda en Piura y el ataque al aspirante presidencial Rafael Belaunde Llosa, “que si bien podría no tener un móvil político, sí involucra a un candidato que ya debería contar con alguna garantía o seguridad mínima”, indicó. No obstante, el analista estimó que la proximidad de las elecciones generales le dará un respiro a Jerí.

En cuanto al tema económico, advirtió que la mejora en las proyecciones en el último tramo del año responden más a “un entorno internacional muy propicio” que a la gestión del gobierno.

En esa misma línea se pronunció el profesor de la Universidad del Pacífico Carlos Casas. El economista refirió que si bien el Producto Bruto Interno va a crecer más de lo que se esperaba, no es precisamente consecuencia del nuevo gobierno que entró recién en el último trimestre del año. “El crecimiento probablemente se ha vendido como resultado de esta gestión, no es así, el mercado y la actividad económica han ido reaccionando”, acotó.

Casas agregó que al amparo de las facultades legislativas recibidas del Congreso, el gobierno debería centrarse en dejar la casa en orden para el siguiente gobierno, más que en tratar de emprender algunas reformas sin consenso político.

“Me preocupa que quieran abarcar demasiado con el pedido de facultades legislativas porque es un gobierno de salida; el siguiente gobierno va a pedir lo mismo en julio”, observó.

Añadió que si en lo que queda del gobierno, “se pudiera hacer algo para asegurar la estabilidad fiscal y que no haya tanta iniciativa populista, sería ideal”. Sin embargo, expresó sus reparos al respecto. “Creo que no es posible con el Congreso que tenemos ahora y con los incentivos que existen por las elecciones. Sería bueno tener un consenso, poner algún candado, pero el gobierno no está en calidad de hacer eso”, concluyó.

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