En su homilía dominical, el arzobispo de Lima criticó las "leyes injustas" aprobadas, "como la de obligar a un seguro a los 18 años y así pagar la AFP", y llamó a generar "una conciencia que permita neutralizar a todos aquellos que se disfrazan de muy católicos y son todo lo contrario a la fe".

El cardenal Carlos Castillo, en su homilía realizada este domingo en la Catedral de Lima, advirtió que, en la campaña electoral que viene en camino en el marco de los comicios del próximo año, no existe un "candidato católico preferido" promovido por la Iglesia católica. 

En ese sentido, invocó a la ciudadanía a generar "conciencia" para "neutralizar a todos aquellos que se disfrazan de muy católicos y son todo lo contrario a la fe".

"Como ustedes saben bien, se abrirá pronto este proceso electoral y nuestra tarea será no irradiar algo así como la posición católica en la política, no. Porque aquí, como todos somos católicos, entonces sería un bolondrón. No podemos tener una preferencia nosotros a ningún candidato por más que sea católico, apostólico y romano. Aquí lo que prima es la conciencia del bien que pueda realmente realizar y la demostración de si esas personas son honestas para poderlo hacer. A la Iglesia le corresponde nada más decir ‘estos son los valores y principios’. Todos, por nuestra conciencia y responsabilidad, tenemos que pensar quiénes deben ser los que no repitan esta historia terrible que estamos viviendo", señaló.

"De ninguna manera hay un candidato preferido católico por la Iglesia. Ninguno. Todos, si son buenos deben ser elegidos, y si son malos, no hay que elegirlos, por más católicos que sean. Y para eso debemos evitar apresurarnos, tenemos todo el tiempo de aquí a cuando sean las elecciones para pensar eso, y la Iglesia no va a dar ningún nombre. Rechacen eso de que, por ser católico, este debe ser. No. Si es buena persona, si es inteligente, si tiene un buen programa y ha demostrado que así lo puede hacer, vale la pena. Correcto. Fórmense la idea ustedes, su conciencia es la que vale. Por eso somos un país libre y la Iglesia no puede someter al país a una sola opinión", agregó.

El arzobispo de Lima indicó que "ya se están sintiendo las voces de que todos recurren a Dios", de cara a la campaña electoral. En ese sentido, expresó: "A Dios déjenlo tranquilo que es de todos, no es de ninguno en particular y, por lo tanto, Dios no tiene partido. Dios tiene amor por toda la humanidad y el bien común, inclusive por los ricos epulones".

"Hoy día por eso ojalá este mensaje que nos viene de la gente sencilla, de todos los que están sufriendo en diversas situaciones con sus familias destrozadas porque han matado a sus parientes como estamos sufriendo en la sociedad, pueda irradiar nuestro sentido de compasión y poder generar entre todos una conciencia que permita neutralizar a todos aquellos que se disfrazan de muy católicos y son todo lo contrario a la fe", sostuvo.

 

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