El sector turístico, que representa una parte vital de la economía nacional, exige que el Gobierno tome un rol de liderazgo directo.
La reciente interrupción en la vía férrea a Machu Picchu es un claro recordatorio de que la gestión del principal destino turístico necesita un cambio urgente. En este contexto, gremios proponen medidas concretas para asegurar la sostenibilidad del santuario.
El sector turístico, que representa una parte vital de la economía nacional (contribuyendo hasta con el 40% del turismo receptivo y más del 20% del PBI del Cusco), exige que el Gobierno tome un rol de liderazgo directo. La protección de Machu Picchu y la estabilidad de la actividad turística no pueden seguir siendo rehenes de conflictos locales.
En este contexto, gremios proponen medidas concretas para asegurar la sostenibilidad del santuario:
Principio de Autoridad: Se solicita que el Estado actúe con firmeza ante cualquier intento de bloqueo o desorden. Bloquear vías e impedir el libre tránsito es un delito que debe ser castigado, y la Policía Nacional junto al Ministerio Público deben garantizar la seguridad de todos.
Declaratoria de Activo Crítico Nacional: Es fundamental que Machu Picchu sea reconocido como tal. Esta medida protegería su infraestructura estratégica y garantizaría su operación continua, evitando futuras interrupciones que dañan la imagen del país a nivel global.
Gestión de la Vía Férrea: Se pide un proceso de licitación transparente y predecible para la ruta Hiram Bingham, lo que aseguraría un servicio de transporte formal y seguro.
Creación de una Autoridad Autónoma: Se plantea la necesidad de una entidad técnica, con poder de decisión, que coordine la gestión integral del santuario. Mientras se implementa, se sugiere una mesa de trabajo interinstitucional para atender de inmediato los problemas de seguridad y control.
Machu Picchu es la joya de nuestro patrimonio y un motor económico crucial para miles de familias peruanas. Su conservación y correcta gestión no solo son una responsabilidad cultural, sino también un imperativo económico.