La salida a la crisis que atraviesa el país requiere de la búsqueda de acercamiento entre los actores sociales y políticos del Perú. Expertos en la materia señalan la importancia del papel de la ciudadanía en un escenario como este y por qué debemos seguir generando espacios para un diálogo abierto a las diferentes voces.

Recuperar el cauce de la frágil democracia del Perú exige que su sociedad promueva y participe en espacios de diálogo, donde puedan reunirse los diversos actores sociales y políticos para generar soluciones reales a las principales problemáticas del país. 

Esta dinámica, que parte en la práctica desde nivel comunitario y local hacia las propuestas de alcance nacional, contribuye al fortalecimiento y el desarrollo de la democracia en el Perú, coinciden los expertos.

Una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), de noviembre del 2023, dio a conocer que el 41% de encuestados consideraba que “se requiere un mayor diálogo entre las autoridades y el pueblo” para llegar a acuerdos sobre las problemáticas del país, mientras que el 10% consideraba que para arribar a consensos se necesita dejar de lado las diferencias políticas e ideológicas.

El mismo estudio reveló que la propuesta de diálogo tenía demanda mayormente de zonas fuera de Lima Metropolitana, como las macrozonas norte (43%), centro (49%), sur (43%) y oriente (47%). Respecto al nivel socioeconómico, este aspecto era solicitado principalmente por el estrato D/E.

Democracia, el espacio de preferencia para el diálogo
Alberto Fernández, Jefe de programa de Digitalización y Democracia de IDEA Internacional, considera que para generar espacios de discusión con miras hacia una sociedad más comprometida es clave que la ciudadanía comprenda “que la democracia es el mejor sistema para estar de acuerdo en no estar de acuerdo”.

“Es sano para una sociedad que existan diferentes formas de ver la política y diferentes ideas dentro de unos consensos políticos básicos de respeto a los derechos fundamentales. Deben existir ideas diferentes, no hay problema con eso, pero también todos tenemos una serie de acuerdos políticos básicos que sostenemos y que no se pueden cruzar”, señala.

¿Qué papel tiene la ciudadanía?
Por su parte, la politóloga Katherine Zegarra considera que “un paso fundamental para el fortalecimiento de la ciudadanía” es “la deliberación”, la confianza hacia la otra persona y el debate constante entre quienes piensen diferente.

“El terruqueo o señalar que tal opinión no debería ser escuchada afecta nuestra construcción ciudadana. Necesitamos, en lugar de dividirnos y atomatizarnos en nuestro círculo, abrirnos hacia la discusión con otras vecinas, solicitarle a las autoridades un mejor actuar”, precisa.

Zegarra sostiene que el diálogo debe ir de la mano con el trabajo colaborativo, por ejemplo, entre los vecinos y el Alcalde distrital o provincial, para abordar la problemática que aqueja a la comunidad y darle una solución a la misma.

 

 

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