El 35% de la producción de agua potable en las ciudades no se factura debido a pérdidas por malas conexiones. Sector agrícola usa casi el 90% del recurso, pero pierde entre el 30% y 35% del volumen que emplea, según la ANA.

El Perú es uno de los 10 países con mayor disponibilidad de este recurso a nivel global (concentra el 2% de agua dulce superficial en el mundo); sin embargo, también se encuentra entre las naciones que reportarán una mayor probabilidad de estrés hídrico hacia el 2040 por efecto del cambio climático, según Naciones Unidas.

Cada año, el volumen de agua renovable disponible en el país, aquella que es factible explotar anualmente, asciende a 2,4 millones de hectómetros cúbicos. Esta cantidad es suficiente como para cubrir toda la superficie del territorio nacional con casi 2 metros de líquido. Asimismo, la disponibilidad promedio de agua por habitante asciende a 79,523 metros cúbicos (m3), cantidad suficiente como para llenar 22.720 piscinas olímpicas.

Según la Autoridad Nacional de Agua (ANA), las condiciones geográficas del territorio sumado a la alta densidad poblacional de la costa han ocasionado que esta zona, que concentra más del 80% del PBI y el 65% de la población nacional, registre la mayor demanda pese a que solo genera una pequeña solo el 2% recurso, pero demanda el 73% del volumen anual utilizado. A esta realidad se añade otro factor más agravante: el 47% de las aguas que circulan por sus ríos se pierden en el mar.

El escenario opuesto se observa en la selva, cuyos ríos pertenecen a la cuenca hidrográfica del Atlántico y generan el 98% del agua dulce en el país; pero representa solo el 25% de la demanda. A nivel per-cápita, mientras los ríos de la costa solo pueden producir 1,926 m3 anuales por habitante, los de la selva superan los 246 mil.

Las diferencias también se reflejan a nivel sectorial, donde la agricultura utiliza el 89% del volumen disponible cada año (14.976 millones de metros cúbicos), pero reporta uno de los menores márgenes de eficiencia en su aprovechamiento, situado entre el 30% y el 35% del agua que dispone. Por otro lado, el consumo humano representa el 9,4% de la demanda, pero su eficiencia en el uso es apenas mayor (entre el 40% y el 45%). El 1,6% restante se reparte entre las industrias y la minería.

Cobertura insuficiente

Si bien la capacidad de almacenamiento y distribución del agua ha aumentado en los últimos años, aún persisten brechas significativas en el acceso dentro del país. Más de 2,5 millones de peruanos en zonas urbanas y 5,8 millones en zonas rurales no cuentan con servicio de agua potable, según estadísticas del INEI. En términos proporcionales, las zonas más rezagadas coinciden con algunas regiones de la sierra o selva (Loreto, Ucayali, Huánuco o Puno), donde al menos el 25% de sus respectivas poblaciones no consume agua proveniente de red pública o potabilizada

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