En esta nota te explicamos las razones por las que en Japón ocurren tantos terremotos y cómo el país ha ido sacando lecciones de estos desastres hasta convertirse en el mejor preparado.

Japón corre contra el tiempo para rescatar a sobrevivientes del terremoto de magnitud 7,6 que azotó el centro del país el 1 de enero del 2024. Un día después del potente sismo que activó la alerta de tsunami, las autoridades informaron el martes que al menos 50 personas han muerto y dieron cuenta de enormes daños en las zonas más afectadas, por lo que se teme que el balance de víctimas siga subiendo.

La ciudad de Wajima, de 27.000 habitantes y ubicada muy cerca del epicentro del terremoto, es una de las zonas más afectadas por el sismo, que provocó el derrumbe de unos 25 edificios, muchos de ellos casas particulares, informó la agencia EFE. Se cree que puede haber gente atrapada bajo los restos de 14 de estos edificios, según el cuerpo de bomberos local. El terremoto afectó principalmente a las casas antiguas, que suelen ser de madera.

El epicentro del potente terremoto fue la prefectura de Ishikawa, en la península de Noto. El martes, las autoridades constataron que en el lugar todavía hay edificios humeantes. También informaron sobre barcos pesqueros que fueron hundidos o arrastrados por el mar.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que “se han confirmado daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios colapsados e incendios”, tenemos que correr contra el tiempo para buscar y rescatar a las víctimas”, agregó.

El martes, casi 45.000 viviendas permanecían sin electricidad en Wajima, que registró temperaturas heladas durante la noche, según un reporte de la agencia AFP.

La Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) dijo el martes que tras el terremoto se han registrado 155 réplicas, en su mayoría con magnitudes superiores a 3. En cuanto al tsunami, olas de 1,2 metros de altura golpearon Wajima y otras más pequeñas se registraron en lugares como la isla de Hokkaido, en el norte de Japón. No hubo afectaciones importantes por este fenómeno.

Tampoco hubo afectación a las centrales nucleares del país, algo que inicialmente se temía teniendo en cuenta el terremoto de magnitud 9 que el 11 de marzo del 2011 golpeó a Fukushima.

Japón es uno de los lugares donde se registran más terremotos en el mundo. También es considerado el país mejor preparado para la gestión de este tipo de desastres naturales, donde las construcciones antisísmicas y una ciudadanía que aprendió mediante la prevención son las principales claves para evitar mayores daños tanto materiales como personales.

El área sísmica donde se encuentra el país se llama Anillo de Fuego o Cinturón de Fuego, que se ubica en las costas del Océano Pacífico y “se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en el territorio que abarca”, de acuerdo con un informe de CNN.

El Cinturón de Fuego comprende una extensión de 40.000 kilómetros de largo, donde varias placas oceánicas están deslizándose por debajo de Asia, América y Oceanía. En todas estas zonas se registran alrededor del 81% de los terremotos más grandes del planeta.

 

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