Desde bolsas plásticas hasta botellas y envases de comida, descubre a través de estos impactantes datos por qué es crucial tomar acción para reducir estos y otros residuos.

La contaminación por plásticos ha alcanzado proporciones alarmantes que afectan a todo el planeta. De acuerdo con un informe publicado en PLOS One en el año 2023, se estima que en los océanos flotan aproximadamente 170 mil millones de fragmentos plásticos, destacando especialmente los micro plásticos. Estas diminutas partículas provienen de diversos productos de uso cotidiano, como cigarros, prendas de vestir y cosméticos, según las Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La mencionada organización también advierte que la cantidad de residuos sigue en aumento y este problema se agrava con las proyecciones que indican que la producción de plástico se duplicará en los próximos 20 años, señala un artículo de la revista ‘Crónica ONU’.

Adicionalmente, la ONU ha identificado los plásticos de un solo uso como uno de los principales desafíos ambientales de nuestra era. Este término abarca objetos como botellas de plástico y envoltorios de caramelos, diseñados para ser usados una sola vez antes de ser desechados, incrementando significativamente la crisis de la contaminación plástica. La ONU reporta que anualmente se generan 300 millones de toneladas de residuos plásticos a nivel mundial, de los cuales el 50 % corresponden a plásticos de un solo uso.

Impacto devastador en los océanos
El océano es uno de los hábitat más afectados por la contaminación plástica. Para hacernos una idea, un estudio de la Fundación Ellen MacArthur publicado en el 2022, indica que cada año se vierten hasta 8 millones de toneladas de plástico en él. Esta avalancha de residuos plásticos representa una amenaza física para la vida marina, que a menudo los ingiere o se enreda en ellos.

Las bolsas de plástico han demostrado ser una fuente de preocupación en particular. Se han encontrado bolsas plásticas en lugares remotos e inesperados, desde los casquetes polares hasta las profundidades más oscuras del océano, e incluso en el Monte Everest.

En el 2017, Algalita Marine Research and Education, organización estadounidense dedicada a la educación sostenible y prevención de contaminación plástica realizó un hallazgo preocupante: descubrió una enorme isla de plástico frente a las costas de Chile y Perú. La mencionada organización estimó que hasta el 2017, esta extensión tenía una superficie aproximada de 2.6 millones de kilómetros cuadrados, casi el doble del tamaño del Perú.

Proyecciones desalentadoras para el futuro
Si los patrones actuales de producción y consumo de plástico continúan sin cambios, las consecuencias serán devastadoras para la vida marina y todos los seres vivos del planeta, en general. De acuerdo con la Fundación Ellen MacArthur, especialistas en economía circular, para el 2050 se estima que habrá más plástico que peces en el océano, y se proyecta que la basura marina perjudicará a más de 600 especies marinas.

Además, la misma Fundación prevé que el 15 % de las especies afectadas por la ingestión y enredamiento con basura marina plástica estarán en peligro de extinción. Casi el 99 % de las aves marinas habrá ingerido plástico, ya que las bolsas plásticas y los micro plásticos son fácilmente confundidos por la fauna marina como alimentos. Este ciclo de contaminación se propaga a través de la cadena alimentaria, afectando a los seres humanos.

 

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