Un estudio determinó que el 49% de los peruanos usa la IA en sus tareas diarias dentro del campo laboral.

Según los resultados de una encuesta realizada en Latinoamérica por Bumeran, Perú se posicionó como el país líder en la región en la implementación de inteligencia artificial en las tareas cotidianas laborales y en el ámbito de recursos humanos, con un 49%.

Aunque solo el 49% de los trabajadores en Perú ha utilizado IA en sus labores, el 98% considera útil o muy útil la incorporación de esta tecnología en sus tareas diarias. Esta tendencia se repite en el resto de los países de América Latina.

Por otro lado, en el resto de los países la tendencia es menor: en Chile y Ecuador, el 36% ha utilizado inteligencia artificial para realizar tareas diarias en sus organizaciones; en Panamá, el 32%, y en Argentina, el 31%.

Los profesionales incorporan la inteligencia artificial en sus tareas de diversas maneras. El 43% utiliza la IA para realizar consultas ante inquietudes diarias, y otro 43% la utiliza para automatizar tareas repetitivas. Además, el 34% emplea la inteligencia artificial para generar contenidos, como textos, imágenes y videos.

En cuanto a los beneficios percibidos de utilizar inteligencia artificial en el trabajo, el 55% considera que ahorra tiempo, el 51% opina que agiliza las tareas, el 43% destaca la automatización de tareas repetitivas, el 40% valora el acceso rápido a la información, el 39% destaca la optimización de procesos, y el 36% señala que brinda mayor eficiencia.

Desafíos de la implementación de inteligencia artificial
El 39% considera como principal desafío el no depender 100% de la inteligencia artificial, además de que el 30% señala que el reto es tener los recursos necesarios para la implementación de IA.

Además, se tienen en cuenta otros criterios como la seguridad de los datos (27%), la integración con sistemas y procesos existentes (20%), y la necesidad de que los datos sean precisos y no sesgados para un rendimiento efectivo de la inteligencia artificial (18%), entre otros.

Se han identificado desventajas en el uso de esta tecnología, como la dependencia en relación con la inteligencia artificial (44%), la preocupación por la pérdida de empleos (37%), los errores debidos a la falta de información (32%), la carencia de empatía, comprensión e intuición humana (28%), la interacción limitada (22%), las dificultades en la toma de decisiones éticas (21%), los costos de implementación y mantenimiento de la inteligencia artificial (20%), los sesgos algorítmicos que pueden llevar a decisiones discriminatorias e injustas (18%) y la despersonalización en la atención al cliente (17%).

Aún así, el 95% responde que cree que será más común su uso en las tareas del trabajo.

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